Foto: INAH
Organización Editorial Mexicana
6 de mayo de 2013
DPA
Ciudad de México.- Arqueólogos mexicanos encontraron en la ciudad de Colima un complejo funerario prehispánico con 28 osamentas de adultos y niños y objetos de cerámica de entre mil 500 y 2 mil 500 años de antigüedad, informaron hoy las autoridades.
Los especialistas hallaron una serie de entierros dentro y fuera de una "tumba de tiro", formada por un pozo vertical de unos 70 centímetros de diámetro y 80 centímetros de profundidad que conduce a una bóveda, indicó el Instituto Nacional de Antropología e Historia.
Según explicó el arqueólogo Marco Zavaleta Lucido, el espacio funerario, que está situado unos 680 kilómetros al oeste de Ciudad de México, tiene una extensión de 114 metros cuadrados y se presume corresponde a las llamadas Culturas de Occidente.
En el interior de la tumba había "huesos apilados y en desorden" de al menos diez personas, aunque sólo se hallaron ocho cráneos, uno de ellos con una perforación redonda en la sien.
Ahí había también 20 piezas de cerámica, entre ellas platos, incensarios, ollas y dos vasijas en forma de perritos, que permiten estimar que "los restos óseos datan de los años 1 a 500 después de Cristo", dijo Zavaleta.
Alrededor de la tumba, a una distancia de unos dos metros, se localizaron 16 entierros, con osamentas semicompletas. Estos restos óseos datan, según estimaciones preliminares, de los años 600 a.C. a 500 d.C
Ciudad de México.- Arqueólogos mexicanos encontraron en la ciudad de Colima un complejo funerario prehispánico con 28 osamentas de adultos y niños y objetos de cerámica de entre mil 500 y 2 mil 500 años de antigüedad, informaron hoy las autoridades.
Los especialistas hallaron una serie de entierros dentro y fuera de una "tumba de tiro", formada por un pozo vertical de unos 70 centímetros de diámetro y 80 centímetros de profundidad que conduce a una bóveda, indicó el Instituto Nacional de Antropología e Historia.
Según explicó el arqueólogo Marco Zavaleta Lucido, el espacio funerario, que está situado unos 680 kilómetros al oeste de Ciudad de México, tiene una extensión de 114 metros cuadrados y se presume corresponde a las llamadas Culturas de Occidente.
En el interior de la tumba había "huesos apilados y en desorden" de al menos diez personas, aunque sólo se hallaron ocho cráneos, uno de ellos con una perforación redonda en la sien.
Ahí había también 20 piezas de cerámica, entre ellas platos, incensarios, ollas y dos vasijas en forma de perritos, que permiten estimar que "los restos óseos datan de los años 1 a 500 después de Cristo", dijo Zavaleta.
Alrededor de la tumba, a una distancia de unos dos metros, se localizaron 16 entierros, con osamentas semicompletas. Estos restos óseos datan, según estimaciones preliminares, de los años 600 a.C. a 500 d.C
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