Cerca de 170 personas entre arqueólogos, trabajadores de campo y personal administrativo de EPM (Empresa de Servicios Públicos) y Codensa, trabajan desde hace más de cinco meses en la que está siendo considerada como la excavación arqueológica más importante realizada en Colombia, tanto por el tipo de hallazgo, como por su extensión.
El hallazgo se produjo en una zona de cerca de siete hectáreas en la que se construirá el proyecto eléctrico de Nueva Esperanza a cargo de las dos empresas, ubicado en la meseta del valle del Tequendama, en cercanías del municipio de Soacha (Cundinamarca).
Mientras se realizaban los estudios técnicos, ambientales, sociales y de arqueología preventiva por parte de EPM y Codensa, se encontraron evidencias de un sitio de ocupación humana, asociadas a períodos que van desde el primer milenio antes de nuestra era, es decir entre unos 900 años AC, hasta la época de contacto con los españoles.
Desde ese momento, ambas empresas alertaron al Instituto Colombiano de Antropología e Historia (ICANH), autoridad competente del Estado, que señaló la importancia del sitio y determinó los procedimientos técnicos y metodológicos para el rescate total.
Dichos procedimientos incluyen procesos de excavación, referenciación, análisis y conservación, "siguiendo estrictamente los lineamentos planteados por la autoridad para garantizar la preservación y recuperación de la información y de los vestigios del sitio", informó Codensa.
La relevancia de este hallazgo reside en la información allí contenida sobre las pautas de asentamiento, el desarrollo arquitectónico y urbanístico de las sociedades que habitaron el altiplano central colombiano y, en general, sobre aspectos demográficos en tiempos prehispánicos. Adicionalmente, en la magnitud de las excavaciones y en la dimensión de los equipos científicos.
Además de las huellas arquitectónicas, se han encontrado vestigios cerámicos, en su mayoría fragmentados, aunque se ha logrado rescatar algunas piezas completas, así como restos óseos.
El Director del ICAHN declaró que Nueva Esperanza constituye "un referente comparativo con otros sitios importantes de rescate arqueológico en Latinoamérica, no sólo por la información, sino también por la forma concertada y responsable como han venido trabajando EPM y Codensa, empresas involucradas en el asunto", destacó.
PROYECTO ELÉCTRICO
El proyecto eléctrico Nueva Esperanza resulta necesario para atender la demanda de energía creciente de la zona del centro oriente del país y mejorar la confiabilidad general del sistema interconectado nacional, señaló Codensa.
El mismo forma parte del plan de expansión de generación y transmisión de energía que la Unidad de Planeación Minero Energética (UPME), del Ministerio de Minas y Energía, tiene previsto entre los años 2008 y 2022.
El proyecto comprende una línea de 500.000 voltios, otra a 230.000 voltios y una subestación de transformación 500/230kV, a cargo de EPM, y una subestación 500/115kV y seis líneas de transmisión a 115Kv, responsabilidad de Codensa.
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