Que Japón es el principal país consumidor de pescado crudo del mundo no es algo en absoluto sorprendente. Que fueron los japoneses, hace 15.000 años, los primeros en cocinar pescado en vasijas de cerámica sí es un descubrimiento asombroso. El arqueólogo de la Universidad de York Oliver Craig (junto a arqueólogos internacionales) ha descubierto en Japón restos de grasas en cuencos de cerámica que datan de hace 15.000 años, lo que demuestra no sólo que la cerámica se comenzó a utilizar antes del desarrollo de la agricultura, sino que algunos cazadores-recolectores de la zona la utilizaron para cocinar. Los restos de grasas se corresponden con pescado, tanto de agua dulce como marino, ya chamuscado y pegado en los bordes de algunos de estos recipientes.
El descubrimiento, como cualquiera relacionado con la arqueología, no está exento de polémica. Pero ésta es mayor aún dadas las implicaciones que tiene en la historia de Japón. La existencia de vasijas y cuencos de cerámica hace 20.000 años, en la cuarta edad del Pleistoceno, no es un descubrimiento nuevo.
Hasta los años 90 se pensaba que los japoneses del periodo Jomon, que vivieron entre el 14.500 a.C. el 300 a.C., eran poblaciones primitivas que se dedicaban únicamente a la recolección de arroz. Los textos sagrados que ratifican esa teoría dibujan a esa población como aborígenes primitivos que poco tenían que ver con los avances posteriores de la cultura japonesa.
Pero posteriores descubrimientos demostraron que el periodo Jomon fue uno de los más prolíficos en fabricación de cerámica e innovaciones técnicas. La reconstrucción de vasijas con restos de grasas miles de años atrás confirma esa teoría y la emplaza en el tiempo mucho más atrás, en la época glacial del Pleistoceno tardío, sacudiendo con mayor virulencia la teoría del Japón primitivo y únicamente recolector de arroz.
"Los recolectores utilizaron por primera vez la cerámica como una estrategia revolucionaria para el procesamiento de peces marinos y de agua dulce, pero quizás lo más interesante es que esta adaptación fundamental surgió a lo largo de un periodo de cambio climático severo", afirma el doctor Craig, responsable del estudio publicado en la revista 'Nature'.
"La fiabilidad y la alta abundancia de alimentos a lo largo de las costas y riberas de los ríos puede perfectamente haber dado el impulso inicial a una inversión en la producción de envases de cerámica, quizás para aprovechar al máximo el exceso de oferta de temporada o como parte de elaborados banquetes de celebración y podría estar vinculado a una reducción de la movilidad", añade el arqueólogo, demostrando que estos avances se produjeron como consecuencia de cambios climáticos y el comienzo del asentamiento de estas poblaciones.
Esta fase inicial de producción de cerámica probablemente allanó el camino para una mayor intensificación en el clima más cálido del Holoceno, cuando vemos mucha más cerámica en diversos sitios japoneses. "Esto abre el camino para un mayor estudio de la cerámica de los cazadores-recolectores en períodos posteriores y aclarar el desarrollo de lo que era una tecnología revolucionaria", concluye
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