Arqueólogos chinos han descubierto fosas para sacrificios de caballos y juegos de campanas en un grupo de tumbas en el centro del país que podrían haber pertenecido a una dinastía de hace unos 3.000 años.
Los investigadores prosiguen las excavaciones en el cementerio Yejiashan, ubicado en la ciudad de Suizhou de la provincia de Hubei, en el que se cree que podrían estar enterrados señores del estado Zeng, que existió durante los primeros años de la dinastía Zhou Occidental (1046-771 antes de Cristo).
Los científicos han descubierto siete fosas para sacrificios en cuyo interior había esqueletos de caballos, la primera vez en que se hallan este tipo de excavaciones de aquella época en el sur del país, dijo Li Boqian, arqueólogo de la Universidad de Peking.
Además, se han desenterrado cinco juegos de campanas de bronce de una tumba recién descubierta, señaló Huang Fengchun, investigador del Instituto Provincial de Arqueología de Hubei, agregando que se podría tratar de la mayor de la dinastía.
Los arqueólogos continúan excavando en el lugar para confirmar el tamaño completo del juego de campanas, con la esperanza de que ofrezcan indicios sobre el origen del instrumento musical, expresó Li.
El cementerio Yejiashan, descubierto en 2011, fue clasificado como uno de los Mayores Diez Descubrimientos Arqueológicos de China de aquel año. En las tumbas se han hallado más de 700 piezas de vajilla, recipientes de bronce, así como utensilios de laca y de jade.
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