La excavación determina que el El Tossal de la Cala fue un fortín construido 77 años a. C.
E. MOLTÓ Alicante 8 JUL 2013 - 17:17 CET
El sol, las playas y el enclave de Benidorm ya conquistó a los romanos. El yacimiento del Tossal de la Cala fue un fortín de la época romana, y no íbero como se pensaba hasta ahora, según acaban de confirmar lostrabajos de excavación realizados por la Universidad de Alicante. El hallazgo se presentará oficialmente este martes por parte de los responsables del departamento de Patrimonio Histórico del Ayuntamiento y los arqueólogos de la Universidad.
La primera campaña de excavación, entre la Universidad y el Ayuntamiento, en El Tossal de La Cala ha permitido sacar a la luz una muralla que confirma que este yacimiento es un castellum o fortín de época romana, según han informado fuentes municipales.
El objetivo de esta campaña era documentar "las nuevas interpretaciones" de estudios de la Universidad que "han significado un giro en la concepción e interpretación del yacimiento arqueológico", que durante décadas se ha pensado que correspondía a un poblado íbero.
La arqueóloga Feliciana Salas, de la Universidad de Alicante, explica que las excavaciones pretendían localizar esta muralla, que fue descrita en la década de los 40 por el padre Belda. Según relató el párroco en su día, la muralla tenía un metro de grosor y era de mampostería.
Su hallazgo confirma estos datos y revela que el recinto estaba cerrado "muy eficazmente" por esta muralla, siguiendo el trazado de la cota 85. Desde el Ayuntamiento han explicado que el fortín, de "media hectárea", se levantaba en la cima de El Tossal, estaba fortificado y contaba con un número "indeterminado" de estancias -algunas de ellas visibles- conectadas con la parte alta del recinto a través de unas escaleras que también han sido descubiertas en esta campaña.
Las mismas fuentes han precisado que "la muralla, el urbanismo y los indicios materiales de la presencia de soldados" confirman que El Tossal era un castellum mandado construir por el general Sertorio dentro de un plan de fortificación de la costa alicantina con motivo de las guerras civiles romanas, probablemente en torno al año 77 antes de Cristo. Los investigadores no descartan que los íberos de la zona vivieran integrados en el ejército romano como "tropas auxiliares"
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